Esta es una palabra que nos tenemos que grabar a fuego, en nuestra cabeza. No tengáis miedo de enfrentaros a lo que realmente queréis hacer, o decir, hay que ser sinceros ante todo, aun que duela. Claro que hay miedo, y temor a saber que nos van a responder, pero hay que mantenerse fuerte pase lo que pase, y digan lo que digan. Sabéis mi vida, no ha sido nada fácil, siempre he tenido problemas familiares, y cuando algo se cerraba volvían a abrirse en otro lugar, digamos que nunca han parado de surgirme problemas, pero todo en esta vida, es aprendizaje. Creces como persona, y tu mentalidad es distinta a la de los demás, posiblemente más madura que cualquier otra. He llorado muchísimo en esta vida, pero la vida también me ha sabido compensar por cada golpe que me ha dado, y no me he rendido nunca ni lo voy hacer para seguir luchando por lo que para mi es justo. Nadie puede obligarte a opinar sobre una cosa o sobre algo que ha pasado en tu vida cuando no tienen ni idea.
“Desde siempre me han llamado ‘la del alma libre'”.
Hay personas que critican o no entienden a las personas que tienen alma o espíritu libre. Lo cierto es que, por más que no lo crean, estas personas como yo disfrutan la vida en la misma cantidad que los demás, sólo que la diferencia radica en cómo lo hacen. Las almas libres disfrutan de los detalles, de la naturaleza y esas pequeñas y sencillas cosas que les entrega la vida, sin importarles lo que piensen los demás. Sin embargo, a veces hay momentos en los que pueden pasarlo mal. Cuando nos dicen qué hacer y nos controlan nos sentimos igual que un animal enjaulado. No funcionamos bien, hacemos todo de mala gana y con temor. Lo peor que nos puede pasar es que nos controlen, pues de seguro huiremos. Una de las características básicas de alguien de alma libre es que no necesita a nadie a su lado para ser absolutamente feliz. Valoran su individualidad y buscan a un compañero de vida sólo cuando ellas se sienten listas. No buscan un novio o una pareja, buscan, más bien, a un compañero de aventuras a quien amar.No es necesario dormir para soñar. Las personas de alma libre suelen soñar despiertas todo el tiempo. A veces te las encuentras mirando ensimismadamente algo y no hay quien los despierte. Nos gusta soñar e imaginarse haciendo las cosas que les gustan o recorriendo el mundo sólo con la mente.Las personas de alma libre adoran experimentar lo que sea. Les encanta coleccionar experiencias para tener algo qué recordar y contar a sus descendientes. Y esto es simplemente porque les encanta disfrutar de todo lo que les entrega la vida.Podemos encontrar belleza en donde, probablemente, los demás piensen que no la hay. Podemos amar la lluvia o los días nublados, o también creer que las hojas que caen en otoño son hermosas. Cambiamos de apariencia radicalmente; usamos maquillajes extraños, decoloramos o cortamos nuestros cabellos, pero a nosotros nos encanta. No tenemos ideas tradicionales de belleza, nosotros nos creamos nuestros propios cánones.
Amamos nuestro cuerpo y la sencillez de las cosas.
Olvida el: “Te amo, aunque me hagas daño”.
Siempre solemos perdonar cosas, que jamás te perdonarían a ti por el simple echo de que amas a esa persona. Cosas que si realmente te paras a pensar, te preguntas como puedo perdonar esto ? Todos queremos perdonar y que nos perdonen, porque todos nos equivocamos y cometemos errores, yo soy mucho de meter la pata, y no me doy cuenta hasta que se enfadan conmigo. Todo lo que me ha pasado en la vida, me ha echo crecer, y madurar darme cuenta quien está a mi lado y quien no, con quien puedo confiar y con quien no. Cuando vivimos algo, de tan cerca nos duele mucho, sea el motivo que sea algo familiar, de amigos o simplemente de un ser querido. Hay cosas que por mucho que quieras perdonar es imposible hacerlo, porque sabes que te ha tocado lo que más te duele, que ha entrado en tu punto débil. Ese punto que se moldea al antojo de la gente que saben como hacerte sentir la mas mierda del mundo, porque por una parte, ese punto débil que es tu familia tu estás en ella, y duele.
Aveces cuando algo sucede, pensamos que no debería haber ocurrido así. Por eso sentimos, cuando muere un ser querido, cuando perdemos unas elecciones, cuando sufrimos cualquier derrota, que todo ha terminado. Y no es verdad. Ése es el principio siempre. Porque la grandeza se alcanza, no cuando todo va bien, sino cuando la vida te pone a prueba, cuando tienes un gran tropiezo, cuando te decepcionan, cuando la tristeza te invade.
Hoy me apetece hablaros de lo difícil que resulta a veces tomar decisiones importantes . Realmente todos los días estamos decidiendo cosas, cosas banales como por ejemplo si tomamos un café o té, si compramos una revista u otra, si cogemos el metro o el autobús… pero a la hora de tomar decisiones importantes nos cuesta muchiiiiiiisimo, ya que los cambios importantes necesitan cocción.¿Por qué nos da tanto miedo tomar decisiones importantes? Tal vez nos tomamos la vida demasiado en serio, tal vez tenemos miedo a equivocarnos, al fracasar, miedo a perder lo que teníamos… En definitiva lo que tenemos es MIEDO AL CAMBIO.Lo que está claro es que cuando uno se plantea un cambio es porque hay algo en su vida que no funciona…( da igual el ámbito, ya sea laboral o personal…) y en vez de seguir nuestra intuición nos dejamos guiar por nuestra mente que no nos deja ver realmente la realidad.
Mi madre, siempre tenía una caja donde guardaba todos los recuerdos de cuando era pequeña. Aquella primera foto, comiendo espaguettis con la boca llena de tomate. Aquel zapato azul que siempre perdía y nunca llegó a encontrar el otro. Mi primer chupete, mis primeras palabras grabadas en cintas de casete mi osito de peluche mi primera pulsera con aniño que todos las madres te ponen para que vayas arreglada. Mis garabatos de dibujo todas esas cosas que las madres guardan en una caja para que tu el día de mañana les enseñes a tus hijos todas las cosas que tu madre, guardaba cuando eras pequeña , pero entonces llegó el frió, llegó diciembre y con él la nostalgia de no tenerla en casa. Esas pequeñas cosas, que terminas diciendo que nunca harías pero las acabas haciendo.
Que no todo el mundo está preparado para vivir la vida a tu lado.
Empezar la aventura del romance siempre es sencillo pero mantenerlo a lo largo del tiempo es lo complejo.Te das vueltas en círculos, a veces feliz y extasiada, a veces aterrorizada. Una y otra vez te has hecho las mismas preguntas, te has cuestionado lo mismo, has dejado que el amor te invada, que el miedo de inunde, que las dudas no dejen de hacerte preguntas molestas.La gente se te acerca con rapidez pero pronto deciden que estar cerca de ti es demasiado, que la energía que irradias pronto se transformará en un fuego que los consumirá.
Dicen que el verbo de la vida es elegir, y
creo que si. Todo el día, todos los días tomamos decisiones. Decir si o decir
no, decidir que comes, que te ropa te pones, que quieres hacer, que quieres
pintar, que quieres gritar a los cuatro vientos, callar o olvidar.Decides si quieres caminar o correr, saltar o
esquivar, seguir tu camino o cambiar el rumbo. Subir una montaña, ¿pero cual?
Tú decides. Elegimos toda la vida, aunque creamos que no tenemos opción,
siempre la hay. Somos nosotros mismos los que reducimos al mínimo el esfuerzo
de pensar que hacer… ¿la razón? Cada quien la sabe, hay miles. Es verdad, no
todas las decisiones son fáciles y no siempre son las correctas, pero nacimos
para aprender y equivocarnos. Si te caes decides, eliges si levantarte y
continuar con tu camino o quedarte en el suelo hasta que se sanen las heridas.
Es curioso, como pasa el tiempo. Hoy me he montado en el coche para ir dirección mollet y el semáforo estaba en verde, cuando he visto a niños de unos 12 años cruzar la acera porque iban de excursión a algún lugar perdido del mundo. Te paras a pensar, y te preguntas en que momento comenzaste a crecer? En que momento, dejaste de ilusionarte y de sentir por alguien? En que momento te hiciste mayor? Pero sobre todo en que momento dejaste de ser una niña. Esa niña que le daba miedo la oscuridad, que tenía que dormir con la puerta entre abierta para ver como la luz del comedor le protegía hasta que se dormía. Esa niña que dormía cada noche con un peluche porque se sentía mas segura. Y ahora mírate mayor de edad, donde tu mismas tomas tus propias decisiones, y si tienes algún problema ya no están ahí tus padres para ayudarte porque tu eres la que tienes que decidir que vida quieres y con quien quieres estar. En que momento me hice tan mayor, como ha sucedido tan rápido, supongo que el tiempo pasa, y cuando te quieres dar cuenta, te gustaría dar marcha atrás para rectificar ciertas cosas del pasado que hiciste mal.