Como ya sabréis yo opino de todo, y luego escribo sobre eso. Pues el tema de hoy es el sexo, y otras cosas, como sabréis la sociedad ha echo que pensemos que el sexo es malo cuando es todo lo contrario, no es lo mismo lo que pensamos del sexo, que lo que es. Hablar de sexo es algo normal, aunque la gente se escandalice mucho, o haga una montaña de un grano de arena. Para nada el sexo es malo, al revés nos ayuda a sabe que nos gusta, nos ayuda a disfrutar de nuestro cuerpo, sentimos diferentes vibraciones dentro de nuestro cuerpo, como el corazón late más rápido. Estamos en edad de experimentar de tocar nuestro cuerpo, y saber que es lo que te gusta, de verdad fuera tapujos, y vergüenza.
Y todo tiene su final, las películas, las relaciones, una conversación de teléfono, la amistad. Todo por lo que pasamos en la vida tiene su final, pero siempre quedan los recuerdos las imágenes gravadas en las pupilas de las personas. Es curioso como la vida te enseña las cosas que necesitas aprender para darte cuenta de que nada es fácil. Cuando te pasa algo en tu vida, que te deja la marca por siempre sabes que es difícil borrar esa marca, que es algo que se ha quedado grabado en tu corazón, y echas la vista atrás y dices joder, en que momento fui el/la culpable de dejar grabar esa marca, ese golpe que marca por siempre. Sabéis yo soy muy sentimental y lo siento mucho más todo, y no me gusta que entren en mi alma me remuevan las cosas y se vayan, con remover me refiero a hablarme de ese tema. Si digo, que no es que no.
Mira si me quiero poco, o si te quiero tanto, que incluso siendo la persona que más dolor me ha hecho sentir, me agaché a recoger los pedazos rotos de mi propio corazón para ponerlos de vuelta en tus manos. Estaba claro que éramos de ésos que se quieren pero, que por culpa de terceras personas, no pueden ser felices juntos y están destinados al fracaso. Creo que eso fue lo que más me afectó. El momento en el que, realmente, fui capaz de sentir el dolor en el pecho por oír o ver algo que me partió el corazón, y que tú no hicieses nada para remediarlo. Supongo que así es como funciona esto. A veces me río por no llorar; porque mírame, preocupándome por alguien que no se preocupa por mi. Eso no es vida. Ni con 19, ni con 60. Nadie merece vivir así. Sólo espero que, si te preguntan por mi, les digas que fui la única chica que te amaba de verdad, y que la rompiste en pedazos. Qué menos que tener valor para todo en esta vida, ¿no?
Como sabéis yo siempre comento y opino de todo de lo que es justo y de lo que no. Hace unos días, vi por youtube un vídeo que realmente valía la pena verlo. La chica de este vídeo hablaba sobre otra chica que había echo una mena de escrito diciendo que se sentía gorda, y que estaba gorda. Después de leerme la entrada que había escrito unas 4 veces y de ver la foto que había adjuntado con el texto llegue a una conclusión: Que una persona no puede decir que está gorda, por tener solo las piernas anchas. Cuando vi la fotografía me sorprendí mucho, porque en su blog ella dice que está gorda y que pesa 85 kilos.
Que loco no, como una persona sin conocerla te puede hacer sentir bien, te haga reír, se convierta en una compañía de todos los días. A veces no es necesario tener a alguien físicamente para que despierte un interés y si, me paso con el, con el menos pensado, el que día a día fue sosteniendo esa charla colgada, interminable y casi sin sentido. Raro es no saber que hacer ni como actuar ante una situación así, donde cerraste una etapa de tu vida, donde tenias todo en orden, pero que en un abrir y cerrar de ojos te encontraste con alguien diferente, distinto a lo que estabas acostumbrada y no sabes si avanzar, quedarte ahí o retroceder. Avanzar implicaría empezar de cero tomar un mínimo de riesgo -Si podría decirse así- quedarte o retroceder sería no tener el valor para avanzar, entonces?...
Y llegó el frió, y con él la nostalgia de sentirme amada. Ese frió que hace que me estremezca cada día un poco más, el aire frió que se expande en mi piel, dejándome secretos guardados de otras personas. El frió que me cala hasta los huesos. Yo ya no sé si estamos en verano, o en invierno. A veces hace sol, otras llueve está confuso el tiempo, para mi que nunca se pone de acuerdo. Es inevitable acabar encontrándote con personas que nunca imaginarías que lo harías, la vida da muchas vueltas, y por una cosa o otra siempre acabas coincidiendo con personas que ya conocías anteriormente. Esas personas que sabes que están ahí cuando las necesites porque forman parte de tu vida. A veces es muy curioso como nuestro corazón late, por según que personas, y según que sentimientos.
Está frase significa mucho para mi, no por su significado que también si no por el valor que tiene en mi vida. A veces solemos verlo todo gris, y nos es muy difícil avanzar y mirar hacia adelante. Cada uno puede interpretarla como quiera, y llevarla a su terreno como quiera, para mi es mucho más que una simple frase, es lo que me despertó de ese amor toxico. Está frase es la que me ha echo ver la luz al final del camino, la que me ha echo ver que las cosas no se pueden cambiar pero si modificar. Modificar todo lo que te hace daño, todo lo que es toxico, todo lo que te da miedo. Sentirme pequeña en un mundo de gigantes, para mi significa que me hizo sentirme como sin fuerzas, sin ganas, todo se hacia más pesado sobre mi, me costaban mucho más las cosas. Levantarme cada mañana sin ganas de vivir, sin ganas de vestirme y salir a la calle.
Cuando quieres compartir con alguien todo lo que tienes dentro, no hay nada mejor que escribir. Paso las horas muertas en mi habitación escribiendo en una libreta, todos mis pensamientos, así que dejo volar la imaginación. Siempre me ha apasionado escribir pero nunca se lo he contado a nadie. Ya sabéis por el que dirán y esas cosas... Con cada historia que he ido publicando he aprendido más como persona he crecido como ser humano. Escribir siempre me ha ayudado a calmarme, a estar tranquila y no pensar, es una forma de desahogarme de todo lo que llevo dentro.
Podría contar muchas cosas decir que el amor, es maravilloso y muy complejo a la misma vez. Que nos saca de nosotros mismos, y nos convertimos en otra clase de personas. Esa clase de personas que aun sabiendo la verdad prefieren hacer oídos sordos, esas personas que aunque le duela vuelve a perdonar, una detrás de otra, y esa clase de personas que se echa la culpa así mismo/a, de algo que no ha echo el/ella. El amor nos ciega muchas veces, y a veces no queremos ver lo que ya sabemos, por el echo de no perder a esa persona. Que tapamos muchas cosas por no hacernos daños a nosotros mismos, que mentimos a las personas que están a nuestro lado. Que lloramos a escondidas, que nos sentimos vacíos/as.
Otro día duro para mi, quizás hasta el más duro que nunca pensé que tendría. Hoy he vuelto a abrir la caja del dolor, de las ilusiones, y he sentido nostalgia. Nostalgia por las ilusiones, las risas, los momentos en que me hacías sentir pequeña, en un mundo de gigantes. Me he dado cuenta de que todas esas cosas, me dolieron. Sigo pensando que lo mejor hubiese sido haberme dejado consumir por las sombras y perderme en tus recuerdos, no permitirte conocerme nunca pero quería que supieras quien era, lo que sentía y todo lo que significabas para mi. Si he vuelto abrir la caja es porque siento la necesidad, de contar algo que nunca te he contado, contarte que, desde que se fueron todas esas cosas, siento un enorme vació en el pecho.
Es asombrosa la capacidad
que tenemos de hacernos creer a nosotros mismos que algo ha sido olvidado. De
dejar de sentir, de hacer como si no existiese, como si nunca hubiese habido
nada. La capacidad de convencernos a nosotros mismos de que ya no pensamos en
ello, de que si estuvo lo hizo en un pasado, que el presente se construye con
los recuerdos, pero nunca se vive de ellos. O eso nos creemos, creemos que ya no queremos a una persona por el echo de que ya no sientes por ella, pero no es del todo así. Simplemente estamos escondiendo lo que sentimos, porque tenemos miedo a que nos hagan daño, y sabes que lo que te duele es lo que más engancha. O puede ser que ya no sientas por él o ella, pero sigue rondando en tu cabeza porque sabes que una parte de ella todavía no a muerto, dentro de ti que no esta todo acabado.
Y retrocedo en el tiempo a la misma velocidad que las agujas del reloj. Retrocedo pensando en que momento empezó todo, y ahora losé. Empezó justamente cuando tenía que empezar en ese instante en que mi vida cambio por completo. Mi alma se volvió mucho más frágil, como la delicadeza de un corazón roto. Por fuera estaba bien, pero por dentro nadie sabía como me sentía en realidad, era como si todo mi cuerpo dejara de estar vivo era como no tener fuerzas para levantarte. Mi estomagó se cerro como se cierra una ventana a las 4 de la mañana por el frió. Apenas me quedaban fuerzas para seguir hacía delante...
Es inevitable dejar de querer a alguien por mucho daño que te haya echo. Al fin y al cabo todo son etapas en la vida, y siempre aprendes de ellas. Cuando se cierra una puerta se abren otras miles. Lo malo es quedarse aferrado a algo o alguien por miedo a perderle. Ese miedo incapaz de decir lo que sentimos, ese miedo que nos prohíbe abrir la puerta hacia la libertad, ese miedo de dejar que una persona se vaya de tu vida. Cuando echamos la vista atrás y vemos todas las cosas que hemos dejado por el miedo, nos damos cuenta que en realidad hemos sido nosotros mismos quien hemos tomado esa decisión. Y claro que de todo se sale, pero nunca olvidamos de donde se sale ni a que lugar pertenecemos, ni a que personas decidimos querer. Todo son etapas, que la vida te pone para que crezcas como ser humano, es imposible decir que te ha dejado de importar una persona cuando es en lo primero que piensas, pero todo es fachada, sabes que diciendo que no te importa te dolerá menos pero no es verdad. Todo duele, todo deja marca. Nos engañamos a nosotros mismos diciendo que, el amor es algo bonito.