Recuérdame en el viento, recuérdame cuando le hagas reír, recuérdame cuando le regales ramos de rosas, recuérdame cuando la vayas a buscar en coche, recuérdame cuando la esperes en su portal. Recuérdame en tu silencio, recuérdame cuando veas bailar a las hojas de los arboles, recuérdame cuando no puedas dormir, recuérdame en el vació del asiento detrás del coche. Recuérdame cuando desayunes con ella, recuérdame en tu desesperación, recuérdame en tus lagrimas. Recuérdame en la lluvia, en el vació del parque de aquel barrio. Recuérdame cuando ya no tengas otros ojos a los que mirar, recuérdame con mi magia, recuerda mi mirada, esa que por la noche brillaba.
Recuérdame cuando chilles, recuérdame en el silencio, recuérdame en otras parejas, recuérdame en la angustia de tu pecho, recuérdame en tus labios todavía queda algo de mi en ellos... Recuérdame con mi belleza, recuérdame con mi elegancia, recuerda a mi cuerpo bailar de emoción en cualquier terraza... Recuérdame en mis palabras, en mi poesía. Recuerda mi risa que molestaba a tus amigos, recuérdame cuando otra te até el nudo de la corbata de ese traje que yo misma etiqueté cómo disfraz. Recuérdame en el frió, recuérdame en el agua que te quema de más, recuérdame en el ruido de los coches, recuérdame cuando bailes baladas con ella... Recuérdame en sus brazos, recuerda mis manos, mi alma, mi voz, recuerda la calma que te dí, la armonía. Recuérdame en el olor de tu camiseta, recuérdame cuando alguien te hablé de mi, recuérdame en cualquier noche, recuérdame en los semáforos en ámbar , recuerdame en tus caídas y tropiezos. Recuérdame cuando ya no te quede nada más que tu soledad, recuérdame en tus manos, recuérdame cuando ya estoy lejos, recuérdame cuando no sepas que decir, recuérdame en tu error, recuérdame en las calles solas y frías.

Recuérdame.