Olvida mis declaraciones de amor que yo escribí estando contigo, olvida las promesas que te hice, olvida las palabras bonitas susurradas a tu oído. Olvida mi amor, olvida mi magia, mi cuerpo y mi alma. Olvida todo lo que daba por ti. Olvida mis manos, olvida mi voz, olvida nuestra ropa besando suavemente el suelo, olvida  mi mirada, olvida mis palabras sinceras. Ya no escribiré más declaraciones de amor para ti, aunque confieso que tengo unas cuantas de cuando creía que me hacías soñar... Olvida mi aroma, olvida mi pelo, mis labios, mi boca. Ya no hay más botellas de vino en mi balcón ni he vuelto a tomar vino con nadie más, las he dejado en el cajón acumulando polvo por si algún día me decido a tomar una copa con alguien a quien le gusten mis palabras... El vino para mi es especial igual que el café es para rencontrarse olvidar los errores, y empezar de nuevo para mi el vino es volver a creer en aquello bonito de la vida.
Ya no tengo una razón por la que escribir cartas y mandárselas a alguien. Olvida todo lo bonito que te hice vivir, o sentir. Olvida las sensaciones, la armonía, la calma y la tranquilad estando conmigo... Olvida todo lo vivido contigo, olvida mi humildad, la magia en mis ojos, mi luz, mis alas... Y de repente me dices que quieres que vuelva, que me quieres otras vez pero yo ya no quiero volver a tu oscuridad. Si confieso que algunas noches me acuerdo de ti y lloró porque escribí declaraciones de amor para alguien que no se lo merecía, y las tengo guardadas. Después de dos años hay muchas que tu nunca has leído, ni las leerás pero no porque yo no quiera que también, si no porque a ti no te gusta leer nada que salga de mi corazón. Así que si algún día decido abrir el cajón de los recuerdos y sacarlas sabrán tus imperfecciones, sabrán tus facciones y cada una de tus malditas manías, y virtudes. Pero van a seguir guardadas hasta que a mi ya no me de por llorar cada vez que las lea. Y lo que más te fastidia es que ya no escriba declaraciones de amor para ti, esas que un día tú decidiste tirar por la borda, te fastidia el no tenerme, el que ya no te quiera te fastidia todo eso porque tu ahora me empiezas a querer de verdad. Empiezas a echar de menos a mi piel, pero mi piel está muy bien sin ti empiezas e echar de menos Barcelona y cada una de sus noches bonitas y iluminadas. Ahora todas estas cosas y estás noches pertenecen a alguien más.... Pertenecen a mi cuerpo y corazón.